Es el arte de interpretar las señales del cuerpo o la enfermedad entendida como "solución biológica", con el fin de hacernos más conscientes de nuestras necesidades. Cuando no escuchamos nuestras emociones ni nos permitimos sentir, nuestro inconsciente se expresa a través de síntomas que llaman la atención de la mente ordinaria para recordarnos que algo no va bien.
Por tanto, la Descodificación (Natural o Biológica), también llamada Bio-descodificación, es una disciplina que estudia el lenguaje del subconsciente a través del cuerpo, tratando de encontrar el origen emocional de una disfunción física o mental.
Desde una mirada "DECO" o "BIO", incluso las situaciones cotidianas que pueden parecer desagradables a nuestro Ego, se pueden abordar de forma más saludable, ya que no existe un juicio desde una perspectiva dual (bueno o malo). Todo lo que sucede tiene un sentido, nada es casual, ¡es información!. Especialmente aquello que rechazamos nos habla de nuestra sombra o proyecciones.
Detrás de nuestra forma habitual de interpretar la vida, están nuestras creencias, originadas por experiencias propias o de nuestros antepasados.
Partiendo de que la energía es información, sabemos que ésta nunca muere, pero sí podemos transformarla.
Para acceder al Subconsciente utilizamos símbolos, rituales, visualización de imágenes con implicación de los sentidos (los colores y olores hacen que parezca más creíble para la mente) desde un estado de relajación profunda. Desde esta mente sin tiempo, podemos reparar situaciones del pasado, incluso aquellas que arrastra nuestro árbol genealógico, para darles un final feliz, acorde con nuestras necesidades más profundas.
A veces es suficiente recordar el momento en que empezaron los síntomas (generalmente una situación traumática para nosotros) y darse cuenta de que esa época quedaron situaciones irresueltas o emociones no expresadas.
En muchos casos es necesario revivir la emoción y dejarla fluir hasta su extinción ( ¡sin miedo!: podemos estar seguros de que pasará, si no ponemos límites).
Y por qué no escribir o incluso expresar todo aquello que no nos atrevemos a decir, dirigiéndonos a un personaje simbólico que represente a la persona con la que tuvimos el conflicto.
Recuerda que "el cuerpo habla lo que la boca calla". Las enfermedades no son castigos divinos, son mensajes del alma o de un subconsciente ancestral para recordarnos que nunca es tarde para sanar.
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